La importancia de la Tecnología de la Información (TI) en las empresas es crucial y está evolucionando hacia un papel más estratégico. Aunque muchas organizaciones aún no cuentan con un Chief Information Officer (CIO) que reporte directamente a la gerencia general, se reconoce que la participación de la TI en los comités directivos es fundamental para proponer soluciones tecnológicas al negocio.

En el sector público, hay una falta de visión estratégica sobre la TI, siendo percibida principalmente como un centro de costos en lugar de un generador de retornos. Sin embargo, se destacan ejemplos exitosos de transformación estatal mediante el uso estratégico de la tecnología, lo que indica un potencial significativo para mejorar la eficiencia y la calidad de los servicios públicos.

Kodak representa un caso emblemático de la importancia del modelo de negocio y la adaptación a los cambios tecnológicos. En sus inicios, George Eastman revolucionó la fotografía con el carrete, pero Kodak no pudo mantenerse relevante con la llegada de la fotografía digital.

A pesar de sus esfuerzos en tecnología digital, su modelo de negocio centrado en la química y el revelado se volvió obsoleto.

La transición hacia la fotografía digital implicó cambios radicales en cómo se crea y distribuye el valor en la industria. La historia de Kodak resalta la necesidad de estar atento a las oportunidades de innovación en el modelo de negocio en un entorno tecnológico cambiante.

La consumerización de TI en las empresas se ha convertido en una práctica habitual y no solo una tendencia. Lorena Sequera, experta en Marketing para los Negocios de Intel en América Latina, explica cinco pasos para lograr una implementación efectiva:

La tecnología de la información (TI) ya no es vista simplemente como un activo intangible que por sí mismo genere valor estratégico. El verdadero valor de las TI reside en el análisis de la información que soportan, lo cual constituye una competencia distintiva para las organizaciones.

En el entorno empresarial actual, muchas organizaciones consideran la adquisición de nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) como parte de su estrategia institucional, pensando que les proporcionará una ventaja competitiva. Sin embargo, la idea de que la tecnología por sí sola sea una competencia distintiva es errónea.

Las TIC no son un recurso estratégico ni generan ventajas competitivas porque son accesibles, con una variedad de proveedores y costos escalables. Por ejemplo, la adquisición de un sistema ERP no es difícil de imitar por la competencia si utiliza el mismo proveedor. Esto hace que el sistema deje de ser un recurso estratégico.

En "Seducción tecnológica y desilusión empresarial", se destaca la paradoja entre la atracción visual de las tecnologías y su efectividad funcional para resolver problemas empresariales. Se mencionan casos de implementaciones millonarias de sistemas integrados que no generaron beneficios significativos, proyectos de inteligencia de negocios que solo produjeron reportes básicos y usuarios desmotivados.

La evolución tecnológica ha llevado a la proliferación de términos como ERP, KM, BI, BSC, Big Data, entre otros, utilizados por grandes corporaciones tecnológicas para vender licencias de software. Sin embargo, muchas empresas han invertido fuertemente en estas tecnologías sin obtener el valor esperado en sus procesos internos.

Una empresa de logística y envíos, utiliza la tecnología de la información (TI) como un componente clave en su estrategia competitiva a nivel global. Aquí hay algunos puntos clave que podrían ser relevantes: