CONCLUSIÓN
“No hay legitimidad posible sin continuidad histórica. El poder, sea de quien sea, debe estar limitado por una serie de instituciones, y no lo estará si estas son criaturas del poder, como ocurre en la democracia y en la dictadura. Para que el poder sea a la vez superior (independiente) y limitado, tiene que ser creación del pueblo a través de la historia, fuente y producto del Derecho a un mismo tiempo". (López-Amo, 1989).