1. Habla asertivamente.
La asertividad es una norma básica para que cualquier conversación pueda desarrollarse de un modo saludable
2. Resume, refleja y parafrasea.
son tres herramientas elementales para una adecuada capacidad de hablar; aunque se sustentan en algo aún más básico
3. Usa frases cortas y claras
El uso de palabras sencillas es fundamental, sobre todo cuando lo que deseamos transmitir se presta a ello.
4. Evita el tono monocorde
El tono de voz es muy importante en el acto comunicativo. El propio cerebro dispone de estructuras específicas cuyo fin es moldear su musicalidad
5. No grites ni faltes al respeto
Elevar el tono de la voz hasta gritar y/o utilizar palabras malsonantes, como faltas de respeto o insultos, erosiona con una enorme facilidad la voluntad de dos personas por conseguir un acuerdo
6. Haz énfasis en lo importante
Cualquier conversación medianamente larga está compuesta por un asunto principal y un conjunto (más o menos amplio) de subtemas asociados tangencialmente con él
7. Haz un correcto uso de la mirada
La mirada es el principal recurso no verbal del que dispone el ser humano para el objetivo de transmitir lo que desea. Es por este motivo que nuestros ojos disponen de una extensa esclerótica.
8. Usa el cuerpo como apoyo
El cuerpo es un elemento comunicativo más, que puede servir de sustento a lo que se está diciendo, apoyando el contenido verbal con la gesticulación de ambas manos u otras partes del mismo.
9. Orienta el cuerpo a tu interlocutor
Cuando hablamos con alguien es importante establecer una posición corporal que transmita atención a lo que nos cuenta, de modo que se estimule la continuidad de la conversación.
10. Cuida tus microgestos
Los microgestos se describen como sutiles y fugaces configuraciones afectivas del rostro, que suceden de manera inmediata tras haber escuchado algo que precipita una respuesta emocional.
11. Mimetiza
Las personas que tienen entre sí una relación de confianza tienden a imitarse la una a la otra en situaciones de intercambio social.
12. Refuerza los aspectos positivos y obvia los negativos
El efecto Greenspoon es un recurso que se utiliza mucho con el objetivo de persuadir a la otra persona de algún asunto en el que existe discrepancia.
13. Busca la congruencia entre lo verbal y lo no verbal
Es muy importante cuidar que nuestro cuerpo y nuestras palabras no estén en confrontación directa, pues con ello se enviaría un mensaje confuso al otro (el cual tiende a atribuir mayor credibilidad a lo sugerido por los gestos).
14. Sonríe de forma genuina
La sonrisa, al igual que la mirada, surgen muy pronto en la vida. Tiene una evidente función social, pues despierta sentimientos positivos en el otro y resulta atractiva para entablar una interacción.
15. Cuida el contacto físico
El contacto físico no es un asunto baladí. Una persona que pueda ser considerada como una buena hablante debe ser capaz de reconocer los límites físicos virtuales de aquel con quien interactúa
16. Busca un lugar propicio
En ocasiones, una conversación maravillosa puede echarse a perder por desarrollarse en un lugar inapropiado. En personas que tienden a discutir de forma recurrente, puede ser interesante que se elija consensuadamente un espacio neutral.
17. Adáptate al ritmo o a las capacidades del interlocutor
No todas las personas con las que hablamos cuentan con los mismos recursos cognitivos para comprender el mensaje que deseamos transmitir, o quizá incluso es posible que no se hayan desarrollado competencias madurativas para ello
18. Escucha activamente
La escucha activa es una disposición general a recibir el mensaje del otro en la cual queda implícita la aceptación plena de lo que relata, integrándose como una parte legítima de su experiencia vital (sin invalidar ni juzgar).
19. Respeta el turno de palabra
Algunas personas tienden a acaparar casi por completo el ritmo de la conversación, de modo que el oyente siente que no dispone de tiempo para intervenir y acaba perdiendo el interés en hacerlo.
20. Busca el acuerdo en un conflicto
Muchas veces, durante conversaciones en las que se advierte discrepancia de antemano. Es vital estar abierto al debate, y también a la posibilidad de que el otro pueda aportar algo enriquecedor.
21. Permite divagar
Cuando una persona a la que queremos ha atravesado un grave contratiempo, podemos sentir la necesidad de hablar con ella para atajar su dolor, o incluso de recurrir a la triste estrategia de quitar hierro al asunto.
22. Sé congruente con tus emociones
Todas las emociones tienen un componente experiencial y otro expresivo. El primero se refiere al modo en el que las sentimos, y el segundo al modo en el que las comunicamos
23. Prepárate con antelación
En el caso de que vayamos a hablar ante un auditorio amplio sobre algún asunto particular, es posible que experimentemos cierto grado de ansiedad.
24. Cuida tu apariencia
En el supuesto de que hablemos en público con frecuencia es esencial cuidar con especial mimo nuestra apariencia, pues al fin y al cabo es nuestra carta de presentación. El aseo, la ropa que elegimos e incluso lo descansados que podamos parecer; todos ellos influyen en el proceso de valoración.
25. Cuida tu voz
Las personas que hablan durante muchas horas cada día deben dedicar tiempo a cuidar su voz, pues se trata de una herramienta cuyo uso excesivo puede conducir a un estado de deterioro agudo o crónico. El descanso resulta fundamental, ya que previene alteraciones en el sistema fonatorio