El costo estándar se refiere a los costos predeterminados que se esperan en condiciones normales de operación y se utilizan para comparar y controlar los costos reales de producción.

Según Charles T. Horngren: "un costo predeterminado que se calcula antes de que se incurran los costos reales".

Para Robert N. Anthony: "el costo que debería incurrirse para una unidad de producto o servicio".

Se utiliza principalmente para fines de control de costos y toma de decisiones gerenciales. Ayuda a las empresas a evaluar el desempeño real frente al presupuesto, identificar áreas de ineficiencia y tomar medidas correctivas.

Facilita el análisis de desviaciones entre los costos reales y los costos estándar.

Proporciona una base para la fijación de precios de productos y servicios.

Ayuda en la planificación y presupuestación.

Mejora el control de inventario y la gestión de existencias.

Proporciona una medida objetiva para evaluar el rendimiento.

Facilita la identificación rápida de áreas problemáticas.

Fomenta la eficiencia y la mejora continua.

Permite una comparación fácil entre diferentes períodos de tiempo y unidades de negocio.

Los estándares pueden volverse obsoletos si las condiciones cambian significativamente.

Puede resultar costoso y consumir tiempo establecer y mantener estándares precisos.

No tiene en cuenta factores externos que pueden afectar los costos, como cambios en los precios de los materiales o la mano de obra.

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